jueves, 26 de enero de 2012

YOU CAN COUNT ON ME

me acabo de poner nostálgica, y me agobié, y eché mucho de menos. entonces, cierro los ojos, y me vienen fotogramas de hace menos de un mes. y vuelvo a sonreir. qué sería yo sin ella.














3 comentarios:

  1. Es triste volver a la rutina y dejar a gente que quieres lejos...

    ResponderEliminar
  2. ay.............

    paula....

    quieres matarme o que? me puse toda tontona....

    PERO ESO DE PONER MI CULOOOO, TE VOY A DAR! JAJA
    guapa, te quiero



    te necesito mucho

    ResponderEliminar
  3. Cada vez que ha sido necesario mantener un amor inmenso, el anhelo de una presencia a distancia, he procurado decirme a mi mismo que echar de menos es hacer presente a alguien a quien no podemos tener aquí, ahora, en todo momento.
    A veces ese argumento me ha convencido más, otras veces menos.

    Me lo he querido creer siempre, pero no es tan fácil creerse de corazón lo que intelectualmente uno construye.
    Porque extrañar a alguien tiene una parte bonita: el que exista en otra parte del mundo ese alguien a quien querríamos tener cerca; más bonito aún si ese afecto es mutuo, recíproco.
    Pero también tiene la parte mala: que echar de menos, que querer estar allí, que querer que allí sea aquí y estar junto a esa persona, y que sea imposible, es belleza pero también es pena y, a veces, la reciprocidad suma a la pena como suma a la belleza.

    Es una lucha interior y que sale al mundo.
    Lo que duele y lo que nos frustra, contra lo que queremos, lo que nos hace felices -a veces melancólicamente felices; a veces felices con una intensidad que parece afirmar que sí, que hacer presente, tener presente a quien queremos, puede salvarnos hoy y también mañana... pasado ya veremos-.

    Lo que nos alimenta y lo que nos guía.

    Las pasiones, los afanes, los recuerdos, las fotos, las canciones, los recuerdos, los aniversarios, todas las palabras dichas que recordamos y todo lo que pasó y que vamos olvidando pero que, de pronto, puede volvernos a visitar.
    Lo que nos ha sido legado. Tenerlo presente como algo que, a veces, nos dolerá. Pero que siempre es un tesoro.

    — Hace un día precioso. Mira. Piensa que estoy allí. Cuando echamos de menos a alguien, es que ese alguien no quiere dejarnos solos. Es que no estamos solos.
    — Es verdad. Pero es que... yo quiero que estés aquí y mirar como el viento sigue despejando el cielo de nubes, y contarlas contigo antes de que desaparezcan del todo.

    ResponderEliminar

crear unicornio analógico con cintas recicladas y girar con el boli

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.