sábado, 19 de febrero de 2011

cosquillas no

Fotografía de Albert


Pues sonaba la risa de aquella niña, entre el murmullo del aire fragmentándose entre coches pasando, olas batiendo, y asfalto mojándose. No sé cómo lo hizo, se reía sin parar. Y yo no pude dejar de mirarla. Y ella seguía riéndose a carcajadas. Girando en el suelo. Un suelo blando de esos de parque nuevo, y limpio, y rojo, y que casi huele a gominola. Y era una risa pura, y blanca, y también limpia, y contagiosa, y fresca, y gravemente aguda, y pesadamente ligera. Yo la escuchaba, y la miré, y sonreí, y quise ser ella. Cosquillas no.

2 comentarios:

  1. las sonrisas más puras se encuentran en los despertares de domingo con compañía y escondidos bajo sábanas limpias.

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crear unicornio analógico con cintas recicladas y girar con el boli

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