y fue solo entonces cuando me di cuenta de que nunca había salido de ese barrio donde siempre hacía sol los cafés sabían a lata y la comida basura era dura hasta el hastío la carne de la hamburguesa era gomosa hasta la muerte y las patatas se freían siempre en aceite rancio y negro pero todos los días amanecía con una sonrisa porque sabía que esa mañana iba a ver su ficha del uniforme al lado del mío en aquel bar de mala muerte donde trabajábamos en el año noventa y dos.
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crear unicornio analógico con cintas recicladas y girar con el boli
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